jueves, marzo 28, 2024
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El éxito nace de las ideas, pero se alcanza con las acciones

Luis Tercero, Presidente de la Comisión de Economía Naranja de AGEXPORT luisfertercero@gmail.com economía.naranja@agexport.org.gt

Por la falta de un clavo, se perdió la herradura, por la falta de la herradura, se perdió el caballo, por la falta del caballo, el mensaje no fue entregado y por el mensaje no entregado, la guerra estaba perdida.

Esta frase aparece en una película que los cinéfilos seguramente identificaron antes de terminar de leerla. Y, usándola como analogía, encontramos una forma pragmática de explicar la situación de la industria cinematográfica de Guatemala.

Para que el cine apuntale la economía del país y mejore las condiciones de miles de guatemaltecos, debemos estudiar, mejorar e implementar escenarios de éxito ya probados en otras latitudes, como el caso Dominicana, que para 2020, después de diez años de aprobada su ley de fomento al cine, ha aportado más de USD 150 millones al país.

Claro, una ley no es lo único que se necesita, porque el funcionamiento debe ser integral, dada la cantidad de actores involucrados a nivel gobierno e iniciativa privada. Esto incluye por parte del Estado, el apoyo del Gobierno central para la promulgación de políticas públicas en consenso con el Congreso de la República, el compromiso del MINEX e INGUAT para promover a Guatemala internacionalmente, un criterio progresista de SAT en temas aduaneros y de impuestos que impulsen la inversión y no la exclusión extranjera, un MINECO que catapulte el crecimiento sostenido de la industria fílmica y sus industrias conexas, un MINEDUC que en lugar de mermar oportunidades para la población, reconozca la importancia de la inducción en diversas manifestaciones artísticas y culturales en las aulas de las escuelas públicas, un Ministerio de Cultura y Deportes que dé soporte a los artistas y realizadores emergentes y una USAC que incluya carreras relacionadas al cine en su pénsum de estudios, sólo por mencionar algunos eslabones vitales de esta larga cadena de valor sostenible en la gestión pública. Si procuramos estas acciones, la iniciativa privada y la academia, representada por empresarios y universidades, podrán involucrarse de forma activa, mejorando sus competencias y generando más puestos de trabajo al sumar la cantidad y calidad de servicios que se ofrezcan a mercados internacionales.

Regresando a la frase que abre esta columna, allí está “El Clavo” y la solución.

“El éxito de un país se encuentra en su gente, pero a través de la visión, compromiso y eficiencia de sus líderes”.

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