martes, marzo 19, 2024
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Ukele

La integrante de la Comisión de Economía Naranja AGEXPORT, Pili Mejía presenta su columna de opinión publicada en el medio de comunicación Diario de Centro América.

La semana pasada dio inicio la Convención Internacional Rotaria, que estaba planeada para hacerse en Hawái, pero a raíz del COVID-19 se realizó 100 % de forma digital, y fue transmitida desde Chicago, con varios mensajes pregrabados del presidente entrante y saliente de Rotary.

Entre todos los mensajes compartidos y las intervenciones de distintos países del mundo, de lo más memorable para mí fue cuando el artista de Ukulele: Jake Shimabukuro interpretó una canción hermosa.

El COVID-19 trajo momentos de pena, pero tambien momentos de creatividad a la vida de todos. En nuestras empresas de la industria naranja de AGEXPORT es de donde salen las ideas creativas y memorables que recordamos de las empresas, la canción pegajosa, el anuncio en redes sociales, el video con las historias de superación, todas esas comunicaciones son desarrolladas por un un conjunto de empresarios creativos, que hemos sido afectados en estos días de resguardo.

Muchos hemos visto a nuestros clientes cerrar, y vivir con ellos sus duelos y nuestros duelos de dejar ir muchas cosas. Parte de las cosas que dejé ir fue nuestra oficina física; nos movimos todos para trabajo desde la casa; ahora, semanalmente tenemos reuniones; unos días compartimos con magdalena a domicilio, otros, paletas de coco; tratamos de mantener el espíritu de la familia creativa que somos. Mi esposo me dijo:” Pili regala todo” y así fue, regalamos escritorios, sillas, pizarras, todo lo que un día soñamos armar de oficina se fue para dar inicio a otros sueños de emprendedores que están empezando a realizar su patrimonio en la oficina.

Trabajé por muchos años en retail, cuando estábamos en La Fragua, que luego fue Walmart; teníamos un equipo de trabajo con un jefe que siempre nos impulsaba en cualquier momento a sacar nuestro mejor lado creativo para cuando las ventas de alguna categoría se estancaban. Siempre nos inventábamos algo, como regalar gasolina, desayunos; en fin, ese espíritu aventado sigue conmigo.

Me da tristeza ver cómo algunos empresarios en esta temporada han decidido esperar, poner todo en pausa, bajar la guardia, esperando que suceda un milagro. Es ahora cuando más Guatemala necesita de empresarios aventados, de hacer cosas diferentes, de hacer iniciativas memorables para que los clientes en el tiempo luego lo recuerden. Somos nosotros, esos empresarios con ideas creativas y locas los que podemos ayudar a recuperar la confianza en invertir en un futuro mejor para Guatemala.

Guatemala necesita esperanza, reconstrucción, volver a nacer, volver a empezar.

En estos tiempos de relativa calma, he descubierto nuevas series en Netflix, una que se llama La Coisa Mas Linda, que habla de la historia del Bossa Nova en Brasil; tiene una colorimetría y unas composiciones armónicas hermosas. Toda la semana me pasé con una canción que se llama Desafinado en mi cabeza, y pensé… ¿y si aprendo a tocarla en ukulele? Pues no me van a creer, pero ya mi amiga Regina me regaló el ukulele, uno que ella ya no usaba.

Así que las cosas vienen y van, y Dios nos mandará los deseos del corazón de las formas más inesperadas que tengamos. Ánimo, Guatemala; estamos en tiempo de reinventarnos. Inventa tu nuevo ukulele.

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