viernes, abril 19, 2024
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¿Los alimentos contienen metales pesados?

El Directivo de la Comisión de Laboratorios de AGEXPORT, David Ávila presenta su columna de opinión publicada en el medio de comunicación Diario de Centro América.

Los metales pesados se presentan de manera natural en los alimentos, principalmente el mercurio en especies marinas como el atún, pez espada (vetado su consumo en Guatemala) y tiburón (normalmente consumido como seco-salado). En Guatemala no tenemos una legislación que verifique los productos que estamos consumiendo que contengan trazas de estos metales. Sin embargo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha limitado el consumo a una ración semanal para mujeres embarazadas o en fase de lactancia y niños de corta edad, debido a la alta concentración encontrada de manera natural en estos organismos.

Los metales no son malos por definición y muchos resultan esenciales en nuestra dieta. Difícilmente puede evitarse de forma total su ingesta, ya que se encuentran presentes de forma natural o artificial en los alimentos. Los podemos clasificar en dos grupos de metales: Metales esenciales. Deben estar en la dieta en cantidades suficientes. Si no los aporta la dieta pueden producirse alteraciones de la salud. Por ejemplo: el sodio, potasio, calcio, cobre, zinc y manganeso. Metales no esenciales como el plomo, cadmio, mercurio, aluminio… entre otros; cuando estos metales son absorbidos en pequeñas cantidades existe la posibilidad de eliminarlos a través de la orina.

Pero el incremento en la concentración de los metales pesados en los alimentos puede causar un efecto tóxico a quien los consume. La gravedad de este efecto dependerá de la naturaleza, cantidad y forma química de los metales, de la concentración del metal en el alimento y de la resistencia del organismo a los efectos sinérgicos o antagónicos a otros contaminantes químicos.

¿Cómo se analizan los metales pesados en alimentos? Para analizar metales en alimentos, se utilizan técnicas espectrométricas de emisión atómica o de Plasma. Se trata de utilizar técnicas y equipos muy sofisticados, ya que es necesario llegar a límites de detección muy bajos, del orden de 1 ppm (parte por millón).

Para hacer una idea de lo que supone llegar a estos límites de detección, puede servir la imagen de que sería lo mismo detectar niveles de 1ppm, que encontrar (o detectar) un grano de arroz en 30 Kg de azúcar.

En Guatemala se cuenta con la capacidad instalada para hacer estos análisis con los niveles de precisión adecuados.

Las diferentes industrias de alimentos pueden contratar los servicios de un laboratorio confiable, para determinar el contenido de metales pesados en los productos que provee a sus consumidores.

Es importante verificar que el laboratorio cuente con la Acreditación ISO 17025, porque da la confianza que cumple con altos estándares de calidad y utiliza metodologías reconocidas internacionalmente.

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