jueves, marzo 28, 2024
spot_img

Comer o no comer, quien lo decide….

La Gerente del Sector de Contact Center y BPO AGEXPORT, Ninoshka Linde, presenta su columna de opinión publicada en el medio digital Perspectiva.

Luego de leer las estadísticas que reportan el incremento de los índices de pobreza total en los últimos años,  el cual aumentó en 2.9% entre el período 2000-2014, muy lejos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio; con gran frustración y con poca área de acción, más que mi palabra; sigo sin entender como nuestros legisladores pueden estar tan ajenos a la necesidad que tienen los más de 9.4  millones de guatemaltecos que viven en pobreza, desnutrición y que mueren antes de nacer.

La situación real de Guatemala coloca a gran parte de la población con ingresos por debajo de  la línea de pobreza (valor monetario de una canasta básica de bienes y servicios para una persona para un período determinado) casi 9.4 millones de personas viven con menos de Q852  al mes (Q10 mil 218 anuales)  y  según los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida*, 3.7 millones de personas con ingresos de menos de Q480.

¿La pregunta es qué estamos haciendo para resolverlo? Y mi respuesta: lo único que hemos hecho es aniquilar las pocas iniciativas que han sido planteadas para que en el corto o mediano plazo esta tendencia se revierta.

Desde el 2013 se ha venido impulsando la iniciativa denominada Zonas Especiales de Desarrollo –ZEDES-  zonas que generarían un clima adecuado de negocios para atraer inversiones a los territorios con mayores índices de pobreza, descentralizando la oferta laboral y generando así oportunidades a los pobladores a tener acceso a un salario que triplicaría (300% de incremento)  el ingreso real,  que en estas comunidades es en promedio Q700. Este salario mínimo además tiene el potencial de complementarse con incentivos por productividad de hasta el doble del salario, incluyendo además prestaciones laborales, seguro y previsión social para toda la familia.

Esta oportunidad era importante, y además era la UNICA,  para las más de 10,000 personas que tendrían acceso a un puesto de trabajo, y para todos los otros que  obtendrían un beneficio económico como consecuencia del aumento en la capacidad de compra de la comunidad.

Además como todos sabemos, la inclusión de una  nueva industria en la comunidad,  como lo era la industria de manufactura ligera para la exportación a la que estaba orientada esta iniciativa,  generaría  progreso social en la comunidad, mejorando el nivel de vida de los pobladores, como siempre lo hace la inversión privada en sus áreas de injerencia.

¿Pero quienes decidieron quitarle la oportunidad de salir de la pobreza a nuestros hermanos guatemaltecos?…..

Una vez más la respuesta es la misma: nuestros legisladores; quienes por lo que hemos visto últimamente en las noticias, son cualquier cosa menos pobres.

Fueron ellos quienes objetaron sobre un desconocimiento pleno de la iniciativa y de la realidad del país,  cosas como:   es una  propuesta del Gobierno Central y no de las comunidades, -cuando eran ellas las que clamaban por un empleo formal porque tenían necesidad de comer y de darle de comer a sus hijos- . Que se iban a bajar los salarios mínimos de las otras industrias y/o empresas – cuando en realidad solo aplicaba a empresas nuevas y nuevos empleos- . Decían que el monto no era suficiente…. Señores triplicaba el ingreso actual-, que por supuesto no alcanzaba para comprar uno de sus trajes pero cuando uno muere de hambre triplicar el ingreso es vida.  Que sería ilegal –cuando realmente ya existen 3 salarios diferenciados en el país-

Hoy luego de no haber apoyado las Circunscripciones Económicas de Desarrollo –CEDES-  solo se incrementa día a día la pobreza, la tasa de mortalidad infantil, la inseguridad y el número de migrantes de los habitantes de los Municipios de San Agustín Acasaguastlán,  Guastatoya, Estanzuela y Masagua, y millones de guatemaltecos siguen sintiendo la injusticia de un país en donde las diferencias sociales son arrolladoras.

Mientras tanto los legisladores sin sentido de culpa y sin medir las consecuencias de una acción como haber vetado esta iniciativa, siguen durmiendo tranquilos y generando salarios, dietas y otros beneficios adicionales, a los que solamente un grupo privilegiado tiene acceso.

Quiero creer que los buenos somos más y pensar que hay una luz para los que más necesitan, es importante que esta iniciativa se retome y se inicie un camino hacia una Guatemala mejor.

Señores, no usen el pretexto de que es insuficiente para negarles a esa población la posibilidad de aliviar (aceptado, no logra resolver) su situación.   Si tienen una mejor alternativa, por el amor de Dios, ¡anúncienla e impleméntenla !, pero si no, no impidan el acceso a lo que ya es posible.

Noticia previa
Noticia siguiente
spot_img

ARCHIVOS

Traducir »