El concepto de lujo ha experimentado una transformación en los últimos años, impulsado por el cambio generacional en el poder adquisitivo. Particularmente los Millennials y Generación Z, están emergiendo como los principales actores en el consumo global y redefiniendo las expectativas del mercado de lujo. De acuerdo con NielsenIQ en 2024, los Millennials representaron el 22.9% de la población global, concentrando un 22.5% del poder adquisitivo, mientras que la Generación Z, que abarca 24.6% de la población, ya posee un 17.1% del gasto global y está en camino de convertirse en la generación con el crecimiento más acelerado en consumo en la próxima década.
Estos consumidores más jóvenes valoran la ética y sostenibilidad como factores fundamentales en sus decisiones de compra. Ya no se trata del concepto tradicional que entiende el lujo como exclusividad y calidad, sino de una evaluación más profunda de la trazabilidad, impacto social y ambiental de cada adquisición. En este contexto, el lujo ético ha dejado de ser una tendencia de nicho para convertirse en un pilar clave en la industria del consumo premium.
La evolución del mercado de lujo ético: Calidad con propósito
El lujo ya no es sinónimo de ostentación, sino de refinamiento y alineación con valores personales. La exclusividad no se mide solo por el precio o la rareza, sino también por la autenticidad, la calidad superior y el impacto positivo en el entorno. Los consumidores buscan productos y experiencias que reflejen su compromiso con la sostenibilidad, la ética y la transparencia. Esta evolución ha llevado a las marcas a apostar por la innovación, garantizando que el lujo contemporáneo combine excelencia con responsabilidad social y ambiental.
Según el informe Global Data TrendSights Analysis 2024: Ethical Luxury, la demanda por productos sostenibles y responsables está impulsando un crecimiento significativo en la industria. Se estima que el mercado global del lujo sostenible alcanzará los US$350 mil millones en 2025, con una tasa de crecimiento anual del 8.7%. Esto refleja un consumidor más exigente, informado y comprometido con el impacto de sus decisiones de compra. Además, los consumidores valoran los productos no solo por su calidad, sino también por su impacto ético y ambiental, lo que justifica la posición premium de estas ofertas.
Categorías que destacan en el mercado de lujo ético
- Moda y accesorios: Innovación en materiales y producción
El desarrollo de textiles reciclados, procesos de fabricación de bajo impacto y estrategias de economía circular han cobrado relevancia en la industria de la moda y los accesorios de alta gama. Marcas ampliamente reconocidas como Hermès han implementado botellas reutilizables en sus productos de baño y belleza, combinando lujo con sostenibilidad.
- Belleza y cuidado personal: Cosmética consciente
El interés por productos con ingredientes naturales y envases biodegradables ha impulsado formulaciones más respetuosas con el medio ambiente en la industria de la belleza y el cuidado personal. Gucci destacó en este sentido, al desarrollar el primer perfume fabricado con alcohol derivado de emisiones de carbono recicladas.
- Alimentos y bebidas premium: Ingredientes responsables
La industria alimentaria de lujo ha adoptado un enfoque orientado a la calidad y la sostenibilidad, integrando prácticas de comercio justo y reducción de impacto ambiental en la producción y el embalaje. Como pionero en este ámbito, se puede mencionar el Gin Renais en EE.UU. que utiliza uvas recicladas de viñedos franceses y un proceso de destilación sostenible. A su vez, Milaf Cola en Arabia Saudita ha revolucionado las bebidas gaseosas utilizando dátiles como ingrediente base, reduciendo la dependencia del azúcar refinado.
- Turismo de lujo sostenible: Experiencias con propósito
El turismo de lujo ha evolucionado hacia experiencias exclusivas con impacto positivo, donde lo sofisticado se complementa con prácticas de energía renovable, conservación de ecosistemas y apoyo a comunidades locales. Boca de Agua, destacado por la revista TIME como uno de los “Mejores Lugares del Mundo” en 2024, es un complejo boutique en Quintana Roo, que cuenta con 22 villas estilo casa del árbol, elevadas sobre pilares para minimizar el impacto ambiental en la selva circundante. Más del 90% de sus 82 acres permanecen intactos, y se implementan prácticas como el uso de madera local certificada y sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales para proteger la Laguna de los Siete Colores.
¿Cómo pueden los exportadores sumarse a esta tendencia?
El lujo responsable ha dejado de ser una simple tendencia para convertirse en un estándar en la industria premium. A medida que los consumidores evolucionan, las marcas deben adaptar sus estrategias e integrar prácticas éticas sin comprometer la calidad ni la exclusividad. Para que los exportadores puedan sumarse a esta transformación, es clave seguir estos pasos:
- Garantizar la sostenibilidad certificada: Adoptar prácticas éticas y ambientales verificables que refuercen la confianza del consumidor y la credibilidad de la marca.
- Priorizar la transparencia y trazabilidad: Proporcionar información clara sobre el origen y proceso de producción, asegurando que los consumidores puedan conocer el impacto y la procedencia de cada producto.
- Ofrecer una experiencia de lujo consciente: Cuidar cada detalle, desde empaques ecológicos hasta una narrativa de marca alineada con la sostenibilidad y el impacto social, elevando el valor percibido del producto.
- Acceder a mercados internacionales de lujo ético: Identificar destinos con alta demanda en este segmento y diseñar estrategias de exportación. Para ello, las empresas pueden apoyarse en la Unidad de Inteligencia de Mercados de AGEXPORT, que facilita el análisis y la exploración de oportunidades comerciales.
Redacción: Andrea Gómez de la Torre, Analista de Mercados de AGEXPORT.
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