Jacobo Isaí Soto, asociado Economía Naranja AGEXPORT contacto@proadeg.com; economia.naranja@agexport.org.gt
Un emprendedor que sabe lo que quiere, plasmará sus ideas en papel, al momento de hacerlo, convierte un sueño en un plan de negocios; basados en esto, podemos deducir objetivos, metas y acciones medibles y cuantificables, lo que nos daría una ruta empresarial definida.
Al momento que una persona individual o jurídica decide emprender sin tener los recursos necesarios, lo primero que pasa por la mente será acudir a cualquier institución bancaria y conseguir un crédito a plazos. Llegando a este punto surge un fenómeno muy común en Guatemala, las deudas ahogan a las personas debido a que no existía una ruta de inversión y ejecución adecuada, lo que se convierte en un riesgo latente.
En el mundo del emprendimiento existe la deuda buena y la deuda mala, el apalancamiento bancario mediante préstamo puede ser una ventaja si se cuenta con un plan empresarial, educación financiera y disciplina; de lo contrario esto puede convertirse en un problema a corto o mediano plazo.
Es aconsejable antes de tomar una responsabilidad de tal magnitud, evaluar la tasa de interés y negociar la menor posible, adicional, no esperar que venza el plazo y, en la medida de lo posible, efectuar pago anticipado para reducir el impacto en el pago de intereses, lo cual es el común denominador que ahoga económicamente al emprendedor contemporáneo.
El uso adecuado de los recursos financieros provocará una serie de condicionales que pueden llevar al éxito empresarial en un corto periodo de tiempo, esto será relativo si la ruta tomada es la correcta y el estudio de mercado nos haya dado proyecciones positivas.
En síntesis, la mejor forma de emprender es con capital propio, teniendo una tabla que incluya cálculos proyectados de retorno de inversión, utilizando deuda cuando sea necesario únicamente y que se tenga una inversión flat que nos garantice las utilidades necesarias a corto plazo. Podemos concluir que, el país necesita emprendedores en varios ámbitos, por ejemplo, en lo tecnológico, administrativo y/o mercadeo, siendo las tendencias actuales, donde podemos asegurar el éxito empresarial.