Me tocó vivir muy de cerca la crisis de transporte de la semana pasada, y por ello quiero contarles buena parte de la película de los involucrados. Si bien las causas tienen que ver con inversiones en infraestructura no hecha, el aumento del parque vehicular y el sistema de transporte colectivo, el problema se desata con una disposición que la municipalidad debido a que ciudad está rebalsada y las quejas de los que vivimos en ella, los que ingresan y salen cada día a los municipios aledaños, ya es una voz que casi ensordece.
Dos horas para entrar a la misma y dos horas para salir. Quien no está directamente involucrado en el transporte de carga estaba muy feliz, por sacar de circulación esos inmensos vehículos que, por ser tan grandes, hasta miedo da ponerse a la par de ellos.
Los que manejan los vehículos, son personas que viven de su trabajo, que por cierto no es nada fácil por los riesgos que corren, la responsabilidad que implica la carga que llevan y seguro lo que más desearían es no tener que meterse a la ciudad donde sufren un gran stress por ese montón de carritos que no alcanzan ni a ver y para ellos parecerán hormigas que se les atraviesan por todos lados.
Si nosotros nos quejamos por 4 horas en el tráfico, ellos de estar 8 horas esperando en las entradas de la ciudad hasta que los vecinos terminen de salir o de llegar a sus casas y trabajos.
Para quienes son los que dan la instrucción de que vayan y vengan de un punto a otro, o sea los propietarios de esos vehículos, que por cierto, vale decir que hay miles que son uno solo, propietario y conductor a la vez , dejar de moverlos un solo día, significa dejar de recibir el retorno de su inversión y el riesgo de no poderle hacer frente al pago de préstamos o a la compra de repuestos o reposición de llantas que uno solo, lleva 24 llantas incluyendo las de repuesto.
Para los dueños de lo que en un contenedor ya en carretera, significa casi el final para cumplir con una entrega pactada con mucha anticipación. De ella depende toda su existencia como productor o como empresa y por lógica todos los empleados que también su subsistencia está atada a que llegue a su destino. Las pérdidas del paro fueron muchas y ojalá quienes las sufrieron, se puedan recuperar.
Asimismo están involucradas las navieras que tienen toda una logística de instalaciones para ubicarlos, en las plantas de proceso en todo el país, enviar llenos, recoger vacíos, tener instalaciones para conectarlos, coordinar llegada y salida de barcos con una precisión de país desarrollado. Se agrega un grado de complejidad más alto, cuando se trata de perecederos.
No se pueden imaginar amigos lectores las llamadas internacionales que se recibieron estos días de los que están en otros países esperando esa carga para hacer más o menos lo mismo. La reciben y la hacen llegar a su destino, el día exacto previsto.
Se suma todo esto la labor dentro de las portuarias donde están las autoridades que intervienen en el comercio exterior, la SAT, la portuaria misma, el MAGA, DIPAFRONT, agentes aduaneros y gestores. En suma toda una cadena llamada la cadena de la logística, con miles de involucrados y que decir de la PNC que tuvo que dedicar, parte de sus pocos recursos a esta crisis durante 9 días.
¿Creen ustedes que jugar con todo lo anterior es producto de un pequeño grupo de personas “infiltradas” como se ha dicho? Después de escuchar la entrevista del líder de los pilotos, donde públicamente expreso que se lo llevaron encapuchado para ofrecerle Q 3 millones por continuar el movimiento. La respuesta a esa pregunta queda en manos del MP. No se vale poner al país de cabeza a saber por qué oscuros intereses. Debe ser aclarado y castigado con todo rigor.